Déjame intentar resumir en un momento todo lo que te echo de menos... aunque a quien le importa, si ya te has ido. Hace precisamente dos años, noche de San Juan, estábamos en frente de una hoguera de esas típicas pasando la noche. Escribí mí deseo en un papel, te lo enseñé y lo arrojé al fuego. ¿Te acuerdas de qué ponía? Cariño, no quiero que se acabe este cuento.Supongo que no todos los deseos se pueden cumplir o que con el tiempo, se deja de desear las mismas cosas que antes.
