Encuentro muy dificil permitir que mi vida entera dependa de la existencia de otra criatura. Encuentro, igualmente dificil, a causa de mi arrogancia innata, creer en la idea del amor. No existe tal cosa, me digo a mi misma. Hay lujuria, por supuesto, y el afán de usar a otra persona y de dejarte usar, y celos, y deseo, y poder, pero no existe la idiotez del amor. Me rompo la cabeza, y no lo entiendo.


miércoles, 6 de octubre de 2010

En resumidas cuentas.

- ¿Pero cuánto me quiereees? :)
- Pues.. ¿Ves a mis amigos no?
- Sí, claro.
- Suma el peso en kg de todos ellos y todo eso es lo que te quiero.
Quiéreme, manifiéstate de súbito, choquémonos como por arte mágico en el Bukowski un miércoles. Pidámonos disculpas, intentemos tirar el muro gélido diciéndonos las cuatro cosas típicas. Invitémonos a bebidas alcohólicas. Escúchame decir cosas estúpidas y ríete. Sorpréndete valorándome como a oferta sólida. Y a partir de ahí, quiéreme. Acompáñame a mi triste habitáculo. Relajémonos y pongamos música. De pronto, abalancémonos como bestias indómitas. Mordámonos, toquémonos, gritémonos. Permitámonos que todo sea valido. Y sin parar follémonos. Follémonos hasta quedar afónicos, follémonos hasta quedar escuálidos. Y al otro día, quiéreme. Unamos nuestro caminar errático descubramos restaurantes asiáticos, compartamos películas, celebremos nuestras onomásticas regalándonos fruslerías simbólicas. Comprémonos un piso. Hipotequémonos. Llenémoslo con electrodomésticos y regalémosle nueve horas periódicas a trabajos insípidos que permitan llenar el frigorífico. Y mientras todo ocurra, solo quiéreme.
 Daniel Orviz






http://www.youtube.com/watch?v=WqSW7dxCeQo