Si quieres saber cuanto te quiero cuenta las estrellas del cielo...

Te quiero porque siempre recuerdo nuestras primeras veces en todo, y lo que no son primeras veces. Te quiero porque no eres capaz ni de cantar un "cumpleaños feliz". Por tu forma de picarte, por tu forma de picarme. Te quiero cuando me esperas porque eres demasiado puntual. Porque nunca lloras. Te quiero cuando me cuentas historietas que no me interesan. Te quiero por cómo me coges la mano, siempre de la misma mano. Cuando me acompañas a casa por las noches.  Te quiero por cuando me tocas el pelo mientras charlamos. Porque cuando te enfadas, nunca gritas. Te quiero por tus sábanas polares. Te quiero por tus 30 dientes, que no 32, no. Porque te quedas mirando como duermo y luego me lo cuentas. Te quiero por cuando vienes a las seis de la mañana a mi casa. Te quiero por el "te quiero" que me dices todos los días. Por tu perfil griego y esas dos arruguitas que se forman al sonreír al lado de las comisuras de tu boca. Por las veces que me coges en volandas. Te quiero por cómo eres con tus hermanos, que dice mucho de ti. Te quiero porque destrozas mi fantasía de despertar en tu cama, ir a la cocina, y verte tomar café, ya que detestas el café. Porque fuiste un gran amigo antes que un gran novio. Te quiero porque haces de nuestros trasteros los lugares idóneos para pasar ratos juntos. Te quiero por todos tus lunares. Porque no nos compenetramos al besar y nunca lo haremos. Te quiero porque me escuchas. Te quiero porque me traspasas con tu mirada, azul cristalina a la luz del sol, a la luz de la luna verde fría.

Te quiero porque nunca conseguiré terminar esta enumeración de razones por las que te quiero.